Claro que aún pienso en ti, aún te lloro todas las noches, sin falta.
Todo es fabuloso desde que te fuiste, como si fuera un consuelo del destino, la suerte me sonríe.
Pero como no me sonríes tú, el mundo gira de manera incompleta, y es como un autobús de pasajeros que sigue el camino con los asientos llenos, pero sin ti.
Cuando te fuiste quería morirme, pero me di cuenta que todos lo haremos algún día y lo hacemos siempre sin poder evitarlo.
Me revelo contra mi impulso, e intento disfrutar el viaje, a pesar de todo.
Intento disfrutar a los amigos, la música, el trabajo, mis letras, el tabaco, la bebida, los encuentros casuales, las tardes rosas, las parrandas, y en general cualquier cosa que me mantenga lejos de la melancolía.
Hoy quiero ser feliz, hoy quiero ser radiante, hoy quiero tocar las cosas que no podré tocar estando tres metros bajo el suelo.
Aún te extraño, y nada significa nada por que no me quieres más, pero ya tendré tiempo para morir en paz y dedicarte mi último pensamiento, y repetirme que te extraño y que aún te espero.
Aún te quiero.
¿de verdad no piensas siquiera un poco en mí?