¿Qué hacer cuando me ignoras?
Tu silencio me hace invisible,
y desde el viernes la luz del día no es suficiente para
hacerme notar.
Lo intenté, intenté brillar;
y dejé de tener miedo porqué cada vez que te sentía
cerca, se alejaba la oscuridad.
Pero a veces intentar no es suficiente,
a veces pueden más otras cosas ajenas a la voluntad,
que en mi caso es mucha,
y sigue destellando esperanza por las noches.
Llega la mañana y despierto con mis puños aferrados
a las manos que no me dejas tocar;
y levantándome con el pie izquierdo me voy convirtiendo un poco más en nada
con el paso de las horas.
Y creo que es mi culpa,
y creo que soy una víctima,
y creo que soy injusta;
y te llamo,
y te digo que te extraño.
Luego cuelgo y me siento tonta,
y siento que estoy perdiendo una batalla contra mi
dignidad,
y me pregunto ¿Lo hice mal?
Y no quiero interrumpir nada,
no quiero estorbar,
no importa que tan mal me encuentre,
por ti me apago y me escondo más.
Entonces ¿Qué hago cuándo me ignoras?
No lo sé,
aún,
solo doy un testimonio más de aquellas personas,
que sin poderlo evitar,
van desapareciendo
poco a poco,
diluyendo su figura triste en el aire.
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