Estoy demasiado triste para creerte esta noche.
Demasiado triste para dormir, o para despertar; para tomar
mí libro y leer, para revisar mis propios poemas o los de alguien más.
Es cómo si quisiera que la vida se suspendiera.
Estoy demasiado sola como para querer que alguien perturbe
el silencio, y quisiera poder tener una plática decente, justo
ahora, pero no puedo.
Me siento demasiado muerta para levantarme y tomar algo que
calme mi sed, y aunque podría estar escribiendo alguno de mis sueños, mejor
intento explicarte porque no hago lo que debería, aunque ni enterado estés.
Estoy demasiado enferma como para salir corriendo y gritarte
que te quiero; y aunque mataría por hacerlo, te juro que no me quedan fuerzas
para buscar una respuesta tuya ante esa declaración.
¿Sabes que haré antes de cerrar los ojos?
Rogaré a un ser invisible que te susurre mi nombre al oído,
que te aleje de mí si pretendes hacerme daño, o que te acerque lo antes que
pueda sí es que acaso eres tu quien puede hacerme sentir un poco más viva que
de costumbre; si es que acaso me puedes querer tú a mí, un poquito más que yo a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario