Éramos buenos amigos, quizá es lo que más extraño. Tener un
cómplice, alguien con quien valiera la pena cerrar la puerta, cambiar de
dirección en el coche, dejar que el mundo siguiera y encerrarse sin razón
aparente.
Éramos buenos amigos, extraño esos secretos, esas cosas de
las que hablábamos, que hacían referencia a cosas que sólo tu y yo sabíamos;
como un lenguaje alternativo que nada más tu y yo conocíamos.
Era bueno sentir como el alma me regresaba al cuerpo cuando
te abrazaba, sin decir una palabra, mi sangre recobraba fuerza y volvía sentir
que todo marchaba bien.
Me gustaba cuando decías "Esto nunca lo he hecho con
nadie" "Yo no hago esto por nadie"; me hacía sentir especial, me
hiciste sentir especial; aunque al final no lo fuera.
Quizá es lo que más extraño, sentirme especial para ti.
Éramos buenos amigos, y sin importar a donde fuera, estaba perfecto si iba
contigo. Los videojuegos, la comida chatarra, tus amigos que luego se hicieron
míos. Extraño eso.
Éramos buenos amigos, y nada más importaba más que los
viernes que llegabas a mí, que me hablabas de esa forma rara para hacerme reir
y quedar mal con mis vecinos. Las galletas con leche sabían bien sólo contigo.
Detesto las galletas y detesto la leche.
Podía hablar sin parar después de un día atareado, y
mientras manejabas tu me decías: "Continúa, no te estoy ignorando, me
gusta escucharte", y nos peleábamos por saber quien pondría su música, y
casi siempre ganaba yo.
Éramos buenos amigos, y por eso bailaba contigo, aún y
cuando hicieras esos gestos raros burlándote de todos, me daba un poco de
verguenza, pero me daba más risa, y me reía contigo. Yo tampoco sabía bailar,
sólo lo hice contigo.
Por esa complicidad entre los dos, te permití que cruzaras
límites que ni yo sabía que existían, yo confiaba en ti, por qué éramos buenos
amigos.
Extraño poder confiar en alguien, poder seguir a alguien, te
extraño a ti y a todo el universo que nos rodeaba cuando nos tomábamos de las
manos.
Éramos buenos amigos, quizá tu necesitabas algo más, lo
siento, te di todo lo que quedaba.
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